Kiosco Informativo Información y Noticias sobre Tepatitlán
Related Articles
Víctor Rivera | @Victor_Rivera_S
10 de noviembre de 2016.- La mayoría de películas que he visto en los últimos dos años, van acompañadas de esa leyenda que indica que están basadas en una historia real. Aunque para ser sinceros, nunca me había puesto a reflexionar en la profundidad tan ambigua que conlleva esa frase.
Hace un par de semanas, en vísperas del adoptado Halloween, estaba en una reunión con amigos donde hablábamos de algunos films que están inspirados, precisamente, en la experiencia ajena, tomando como referencia – quizá por las fechas, quizá porque era de noche — a las películas de terror.
Fernando, un viejo amigo hizo una observación: “es bien sabido que una película que se inspira en un suceso, no precisamente retrata lo ocurrido en la historia que vemos en la pantalla. Por ejemplo, puede que alguien se inspire en la vida de una niña que le temía a los payasos y así haya surgido It (Eso, 1990, de Tommy Lee Wallace). Que tanto en el libro It, de Sthephen King (1986), como la película, están basadas en una historia real, pero nunca nos dicen los alcances de la realidad y los de la ficción”.
Justo unos días antes de aquel encuentro me decidí a ver la película de Willian Friedkin, El Exorcista (1973). Siempre me había resistido a encontrarme con la realidad de aquella niña endemoniada, que blasfemaba y se sacudía incesantemente en la cama, hasta en las comedias. Quizá la realidad de aquel relato ya la tenía tan digerida, por todas las referencias que se han reproducido de este largometraje a lo largo de más de cuarenta años, que la realidad es que no me causó miedo, ni asombro.
Lo que sí causó en mí, fue una pequeña duda; confundí entre todas las escenas que componen todas las películas que hacen referencia a exorcismo y de las que ya conocía, no supe cuál era de qué película. Tenía muy grabada en la mente, la parte donde la chica baja las escaleras cual escarabajo, así que investigué y descubrí que esa parte le pertenecía a un trabajo basado en una historia real.
The exorcism of Emily Rose (El exorcismo de Emily Rose), de Scott Derrickson, se estrenó en 2005 y está inspirada en la vida de Anneliese Michel. Esta historia es precisamente la que le da todo el crédito a la afirmación de mi amigo Fernando y es la misma que integra la escena de la escalera. Sin embargo, la chica a la que nos referimos podría decirse que fue una víctima del fanatismo religioso, así como del impacto mediático dejado por el film de Willian Friedkin que conmocionó al mundo en 1973.
Según la Wikipedia (disculpe usted señor lector por mi referencia tan poco académica) Anneliese Michel, de origen alemán, fue sometida a un exorcismo en 1975. Ella moriría un año después. Más allá de la realidad que sus padres y sacerdotes, concebían en ella, como posesión de Satán, la chica falleció con un grave cuadro de desnutrición y deshidratación. Investigaciones posteriores dieron como resultado que Michel padecía de esquizofrenia, lo que le generaba repulsión hacia las imágenes religiosas y esto a su vez, aunado a los ataques epilépticos que sufría desde joven.
La historia de Anneliese fue retratada en el cine, no sólo por Derrickson, sino también por el alemán Hans-Christian Schmind, en 2006 con Réquiem (El exorcismo de Micaela). Ambas historias, basadas en hechos reales.
Espero que este carácter de ambigüedad impere únicamente en los films de terror. Aunque Sebastián Marroquín, hijo del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, ya se ha encargado de ponerle una etiqueta similar, a la que refiere mi amigo Fernando, a las series que abordan la historia de su padre y que son transmitidas por Netflix. Aunque lo vivido en Colombia aquellos años, también puede decirse que fue de terror.
No nos queda otra que investigar y escuchar otras voces, referentes a la misma historia. Así podremos entender cuál fue el hecho que inspiró al relato que nos encontramos muchos años después en la pantalla.
