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Fernando Ruvalcaba | @fer_remington
3 de septiembre del 2016.- Sin duda alguna el titular del Ejecutivo Nacional siempre es objeto de mención en el día a día de nuestro país. Mucho se habla de lo que hace y lo que deja de hacer y aún más, de lo que le sale mal o los escándalos en los que se ve envuelto.
¿Recuerda usted los compromisos que hizo mientras fue candidato presidencial? De esos ¿sabe cuántos lleva cumplidos?
En el marco de lo que fue su cuarto informe de gobierno, Enrique Peña Nieto ha cumplido solo 65 de 266 compromisos hechos en campaña y que además para aumentar la parafernalia, los firmó ante notario (cosa que no denota mayor compromiso).
La caída de los precios del petróleo, los recortes presupuestales y la depreciación de nuestra moneda, fueron factores determinantes para que estos compromisos no fueran cumplidos.
Entre las promesas que se dejaron de cumplir se encuentran el tren Trans-Peninsular de Mérida a Punta Venado. Se suspendió de manera indefinida el tren México-Querétaro.
El Primer Mandatario también anunció la reducción de tarifas eléctricas, cuestión que solo duró 18 meses.
Pero no todo es tristeza, alégrese porque si se cumplieron otros compromisos de infraestructura como: algunas mejoras en carreteras, construcciones de puentes elevados, pavimentaciones, libramientos y distribuidores viales.
104 compromisos de campaña son proyectos de infraestructura, y sólo recuerde el recorte al presupuesto en ese ramo que asciende a $11,820 millones de pesos.
También se le cuentan algunos compromisos económicos cumplidos como: la transformación del programa oportunidades a PROSPERA, el seguro para jefas de familia y los créditos para mujeres emprendedoras. La creación del Instituto Nacional del Emprendedor (INADEM) y la pensión para mayores de 65 años.
De sus compromisos políticos se puede destacar la creación del Sistema Nacional Anticorrupción y el no cumplido pues que usted mi humilde trabajador le sigue pagando a 100 diputados plurinominales que anunció su presidente que eliminaría.
Ahora bien Enrique Peña Nieto ha ido cambiando el tenor con el que da su informe de ir en el primer año el 02 de Septiembre de 2013 anunciando el Pacto por México, asumiendo un rol de unificador, al siguiente año siguió anunciando las reformas energéticas y destacaba la seguridad de los mexicanos y el seguimiento de respeto hacia los derechos humanos, no obstante días después acaecieran sobre nuestra nación los lamentables sucesos en el municipio de Iguala Guerrero del 24 de septiembre.
Al tercer año su informe fue totalmente diferente, donde mostraba los casos de Iguala, una fuga de un penal de alta seguridad, los señalamientos de conflictos de intereses donde se le acusaba a él mismo. El descontento de la población era notorio y él lo mostraba en su informe, aun así seguía con su última arma que era la reforma educativa.
En este cuarto informe Enrique Peña Nieto cambia radicalmente el formato del informe de gobierno, donde se le muestra cercano a la sociedad y más a la juventud, a esto le agregamos que se le ve con apertura al diálogo, todo esto bajo un lema que reza así: «Lo bueno no se cuenta; pero cuenta mucho».
Sin duda es una buena jugada que le han armado su grupo de asesores de imagen y que pudiera si no es sacarle del pozo estadístico de aceptación en el que se encuentra, ayudarle a subir un par de escalones. En el informe se le cuestionan desde sus señalamientos de corrupción, su tan últimamente mencionada tesis hasta las invitaciones hechas a los candidatos a la presidencia de los Estados Unidos.
A dos años de que termine su mandato ¿Cree que pueda terminar con los compromisos, con un 2017 que se anuncia con más restricciones económicas? ¿Cuál es su apreciación hacia su preciso?
