Por: Gustavo Pozos | La Mesa del Café | 21 de mayo de 2024
A estas alturas de la contienda electoral por la silla presidencial, me surgen varias dudas que confluyen en una reflexión.
Comienzo con las dudas:
¿Realmente es AMLO un activo para la candidata de Morena? ¿Le beneficia defender todas las acciones y declaraciones del gobierno saliente? ¿Claudia Sheinbaum seguirá hablando de una «herencia maldita» en cuanto a la inseguridad? ¿Qué hay de las promesas de servicios médicos de nivel danés que no llegaron en seis años, la cifra récord de asesinatos y desapariciones, o los posibles casos de corrupción del gobierno saliente? ¿No sería mejor para ella intentar imprimir su propio sello en cuanto a gobernar, para no parecer solo una réplica del presidente y generar más credibilidad en su proyecto político?
Y reflexiono: Es cierto que no todo ha sido malo en este gobierno, pero también debemos reconocer sus desaciertos. Como se dice coloquialmente, “amor no quita conocimiento”, y si no reconoces los errores, ¿Cómo puedes corregirlos? Las últimas palabras de la candidata de Morena en el tercer debate, en mi percepción, lejos de sumarle, la perjudican. ¿Realmente las escribió ella o reflejan su sentir? Porque rayan en la soberbia, arrogancia e incoherencia. Decir que son la única opción y poner al gobierno de su jefe como el mejor de la historia de México me parece incongruente y hasta un poco ridículo.
Analicemos sus frases en el tercer debate, para saber qué tan ciertas son:
- Es una ironía del destino que el PRIAN esté en la sala de la memoria de la masacre de Tlatelolco de 1968. Pero resulta que su secretario de Seguridad en la CDMX, Omar García Harfuch, es nieto de uno de los responsables de esa masacre, Marcelino García Barragán, quien fue secretario de la Defensa Nacional de 1964 a 1970.
- Ellos son la corrupción y “nosotros somos la honestidad”. Los casos de corrupción en SEGALMEX, la construcción del AIFA, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, los desvíos de recursos de la CONADE, Pemex, la entrega de efectivo a Pío López Obrador y las “aportaciones” en efectivo para la 4T desmienten estas palabras.
- Ellos son el autoritarismo y “nosotros somos la democracia”. ¿Y las elecciones internas de Morena para la candidatura presidencial? La simulación de una encuesta en la que Marcelo Ebrard y en menor medida, Adán Augusto López, se quejaron de falta de equidad dejó claro que la favorita del presidente siempre fue Claudia Sheinbaum.
- Ellos son la represión y “nosotros somos la libertad”. ¿Cuántos periodistas han sido prohibidos en las mañaneras? ¿Cuántos han sido asesinados en este sexenio? ¿Cuántos han sido blanco del escarnio público por hacer preguntas incómodas al presidente? Revelar en público el teléfono personal de una periodista y publicar la investigación de la señora Amparo Casar, ¿Indica libertad de expresión y ausencia de represión?
- Ellos son los privilegiados y “nosotros el bienestar y los derechos”. ¿Y la Casa Gris de Houston no es un privilegio? ¿El aumento de la pobreza en México es bienestar? ¿La cifra récord de muertos y desapariciones? ¿El cobro de piso a los negocios en Guerrero, Zacatecas, Colima, Veracruz, Michoacán también es bienestar? ¿Y dónde quedan los derechos de quienes padecen en esas entidades de la República?
- Ellos son el saqueo y “nosotros la defensa del patrimonio”. ¿Cuánto nos costó a los mexicanos la cancelación del NAICM? ¿Cuántos millones de pesos se han perdido en Pemex y CFE? El sobreprecio en la construcción de Dos Bocas, el Tren Maya y el AIFA, cuyos costos no se revelan por ser «asuntos de seguridad nacional», ¿es la defensa del patrimonio?
- Ellos son las mentiras y “nosotros somos la verdad”. ¿Por qué ocultan información bajo el pretexto de «seguridad nacional»? ¿Cuánto tiempo estuvo sin sesionar el INAI? ¿Por qué manejaron cifras falsas respecto a las muertes por COVID en la CDMX?
- Ellos son los fraudes electorales y “nosotros somos las elecciones libres”. Manuel Bartlett, brazo derecho de AMLO y director de CFE, fue uno de los principales responsables del fraude de 1988. ¿Son elecciones libres cuando se utiliza todo el aparato gubernamental y los programas sociales para inducir el voto por Morena, con el apoyo del sindicalismo y el presidencialismo en todos los procesos electorales?
- Ellos son el clasismo y el racismo y “nosotros somos el humanismo”. En la mayoría de las mañaneras se polariza, enfrentando al norte con el sur, ricos contra pobres, señalando a la clase media como malvada, aspiracionista y corrupta porque su único pecado es querer mejorar su nivel de vida.
- Ellos defienden a unos cuantos y “nosotros al pueblo de México”. El presidente López Obrador dijo en una de sus mañaneras desde Palacio Nacional que «el que no está conmigo está contra mí«. ¿Todos los que pensamos diferente al presidente o a su partido somos sus enemigos? ¿No somos pueblo? ¿No somos mexicanos?
Con esto no quiero decir que el gobierno en turno es el peor de todos. Como mencioné anteriormente, también ha tenido muchos aciertos. Tampoco los gobiernos pasados fueron los mejores, pues se conocen a lo largo de la historia sus muchos desaciertos. Ningún partido político es perfecto, pero la grandeza se puede lograr al aprender de los errores del pasado y mejorar de manera unida y pacífica por el bien del país.
En resumen, ojalá que Claudia Sheinbaum empiece a hablar de su gobierno y de cómo llevará las riendas del país, y se quite de una vez por todas la sospecha de que sigue al servicio de su mentor político, que a mi parecer, en este punto de la contienda electoral, lejos de ayudarla, la perjudica.
Y como siempre lo he dicho, la mejor opinión es la de usted, amable lector.