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Oscar Miguel Rivera Hernández | 23 de marzo de 2024
Jalisco, México.–En días recientes, tuve una conversación con un grupo de alumnos de una de las secundarias donde laboro. Me preguntaron si me gustaba la política. Mi respuesta fue que, más que gustarme, me interesaba analizarla y entender a los políticos, algo que es muy complicado, pero le hacemos la lucha. Curiosos, les dije, porqué me preguntan eso. Uno de ellos, me explicó que me habían visto leer y escuchar sobre política, lo que despertó su curiosidad.
Entonces, me plantearon una pregunta: ¿Qué es la política? Confieso que me costó encontrar las palabras adecuadas para explicarles. ¿Cómo le explicas a un adolescente de secundaria qué es la política? En ese momento, me vinieron a la mente diversas analogías que podrían ayudarme a hacerles entender. Entre todas, elegí una que consideré más apropiada: la comparación con el fútbol. ¿Qué mejor manera de explicarles un concepto complejo, que usando algo que les apasiona?
Los adolescentes, de entre 14 y 16 años, pensé que relacionar la política con el fútbol sería una forma efectiva de hacerlo y con esa analogía me quedé y así les expliqué.
Inicio comentando está anécdota, porque ciertamente, la política es como un juego de fútbol complicado, a veces, las cosas no van como esperamos y eso puede poner nerviosos a algunos jugadores. Eso es lo que parece estar pasando con Xóchitl Gálvez, la candidata que está tratando, ya no de ganarle a Claudia Sheinbaum en las próximas elecciones, mínimo sentirse cerca.
Recientemente, salió una encuesta en el periódico Reforma que muestra que Sheinbaum tiene una gran ventaja sobre Gálvez. Esto hizo que Gálvez se pusiera un poco ansiosa. Imagínate, ¡24 puntos de diferencia! Eso debe ser como un golpe fuerte.
Además, justo el día en que se publicó la encuesta de Reforma, Xóchitl Gálvez se reunió con importantes empresarios de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex). En ese encuentro, Gálvez inició su discurso abordando directamente el tema de la encuesta. De manera franca y sin rodeos, expresó su posición ante los resultados.
«Yo quiero empezar diciéndoles, pues seguramente más de uno de ustedes vio la encuesta de Reforma y si ustedes creen que me quita el sueño, pues no es así. Al contrario, eso nos invita a redoblar el esfuerzo. Porque de acuerdo a la encuesta, el 47% de la gente no contestó, y de ese porcentaje, el 38% aún no ha decidido por quién votar. Además, del 53% que sí contestó, un 12% podría cambiar su voto. Por eso estoy aquí, porque quiero que cambien su voto», dijo Xóchitl Gálvez, quien fue invitada a dialogar con los empresarios de la Coparmex.
Este discurso refleja el miedo de Gálvez, aún que aparenta no dejarse vencer por los números desfavorables. Y en su discurso, reconoce la importancia de cada voto e intenta simular que busca persuadir a aquellos que aún no han decidido su preferencia. Sin embargo, queda claro que enfrenta un reto muy difícil, para que logre cambiar las percepciones y ganar terreno en esta contienda electoral.
Pero lo que más, creo que debe preocupar, es que parece que sus compañeros de equipo no están jugando junto a ella.
En este juego de la búsqueda por la Presidencia de la República, parece que la están dejando sola en el campo. Es como si ellos ya hubieran conseguido lo que querían y ahora no les importara mucho si Gálvez gana o no. Y si, recordemos que la mayoría son candidatos plurinominales y tendrán una curul en alguna de las cámaras.
La encuesta también nos cuenta algo interesante sobre Claudia Sheinbaum. La gente parece estar dividida en cuanto a si ella debería seguir su propio camino o simplemente seguir lo que dice López Obrador. También hay quienes creen que va a tener más votos que López Obrador. ¡Vaya expectativas!
Pero no solo eso, la popularidad del presidente López Obrador está en su punto más alto desde que comenzó su mandato. Eso debe darle más confianza para seguir adelante con lo que está haciendo.
¿Y por qué la oposición está pasando por momentos difíciles? Parece que se centraron demasiado en criticar sin hacer mucho más. Las mentiras que contaron sobre la 4T y del presidente, se han desvanecido, y eso les ha hecho perder credibilidad y por supuesto, electores.
Concluyendo, las cosas no se ven bien para la oposición en estas elecciones y parece que ni cambiando su estrategia van a poder lograr tener alguna oportunidad de ganar y Sheinbaum y su equipo seguirán dominando el juego.
