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Oscar Miguel Rivera Hernández | 13 de diciembre de 2023
Tepatitlán de Morelos.- A medida que nos acercamos al final del quinto año de gobierno de la Cuarta Transformación (4T) encabezada por Andrés Manuel López Obrador, es importante reflexionar sobre los avances significativos que ha experimentado México bajo esta administración.
Con un enfoque claro en la justicia social, el presidente López Obrador ha buscado transformar la realidad de millones de mexicanos, priorizando a los sectores más vulnerables de la sociedad.
El compromiso de la 4T con la «austeridad republicana» ha resultado en una mejora palpable en los indicadores económicos y sociales del país. Uno de los logros más destacados es la reducción de la pobreza, con 8.9 millones de personas saliendo de esta situación en los últimos cinco años, según el último informe de CONEVAL. Este resultado no solo es un número estadístico, sino una transformación tangible en la vida de las personas, con 1.7 millones de individuos superando la pobreza extrema.
El enfoque en la ampliación de apoyos a la población ha sido fundamental para este progreso. La implementación de políticas que elevan el salario mínimo ha sido un catalizador para el aumento de los ingresos de la mayoría de los mexicanos, registrando un aumento del 11%. Este incremento ha impactado directamente en la reducción de la pobreza, evidenciando la efectividad de las medidas adoptadas.
Resulta alentador observar cómo entidades como Baja California, Colima, Sinaloa, y Chihuahua han mejorado significativamente en términos de reducción de la pobreza, posicionándose entre las siete con menores niveles a nivel nacional. Chiapas, por su parte, merece un reconocimiento especial al experimentar un crecimiento notable después de años siendo uno de los estados con mayores índices de pobreza.
La 4T también ha enfocado sus esfuerzos en atender las desigualdades históricas, destacando el descenso de la pobreza en la población indígena del 76.6% al 65.2%. Este avance en la inclusión social es un paso crucial hacia una sociedad más equitativa y justa.
Desde el punto de vista económico, la 4T puede enorgullecerse de los logros obtenidos. El salario promedio de los trabajadores asegurados en el Instituto Mexicano del Seguro Social alcanzó un máximo histórico, evidenciando una mejora sustancial en las condiciones laborales. El incremento del salario mínimo de 130 a 200.48 pesos diarios en solo cinco años es un testimonio tangible de la voluntad gubernamental para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
En términos macroeconómicos, México ha atraído una inversión extranjera cercana a los 33,000 millones de dólares en 2023, consolidándose como un imán para el capital internacional. Esta inversión, combinada con una tasa de desempleo del 2.6%, no vista en más de dos décadas, y una inflación controlada al 4.3%, revela un panorama alentador para el crecimiento sostenible del país.
A pesar de los desafíos presentados por la pandemia, México ha logrado mantener un crecimiento del Producto Interno Bruto del 4.1% respecto a 2018. Es necesario reconocer que estos resultados positivos se han alcanzado en medio de circunstancias adversas, lo que deja la pregunta de qué hubiera sucedido sin la interferencia de la pandemia.
La 4T ha logrado importantes avances en la reducción de la pobreza, el fortalecimiento de la economía y la promoción de la justicia social. Sin embargo, también es esencial reconocer que persisten desafíos, y la lucha contra la desigualdad y la pobreza debe continuar con determinación. La visión humanista de la 4T sigue siendo un faro de esperanza, y su impacto positivo en términos de empleo, salarios y crecimiento económico refuerza la idea de que México está en el camino correcto hacia un futuro más próspero y equitativo para todos.
