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Oscar Miguel Rivera Hernández | 17 de agosto 2023
Cada inicio de ciclo escolar, surge una polémica recurrente en las escuelas públicas de nuestro país: las cuotas escolares voluntarias. A pesar de que la Constitución y la Ley General de Educación establecen que estas cuotas no deben ser obligatorias, su necesidad y utilidad han sido tema de debate constante. Mientras algunos argumentan que son esenciales para financiar mejoras y servicios en las instalaciones educativas, otros señalan que van en contra del principio de gratuidad y acceso a la educación pública. Veamos aquí diversas perspectivas sobre el tema, basándonos en las opiniones de algunos actores con los que platicamos y analizando su impacto en la educación.
El Contexto de las Cuotas Escolares
En teoría, las cuotas escolares voluntarias deberían ser un recurso adicional para mejorar la calidad de la educación y brindar servicios adicionales a los estudiantes. La presidenta de la Asociación de Padres de Familia de la Escuela Secundaria Foránea No. 64, Ana Laura Pérez Tejeda, resalta la importancia de estas cuotas para realizar mejoras en la escuela y garantizar la disponibilidad de recursos necesarios, como materiales de oficina y productos de higiene personal, pero también comenta que estas, se pueden adecuar, según la necesidad de cada padre de familia.
El supervisor de la Zona 19 de Secundarias, Doctor Martín Valdivia Vázquez, explica que las cuotas voluntarias tienen como propósito financiar actividades y recursos específicos que complementen la educación proporcionada por el Estado. Esto puede incluir desde material escolar hasta actividades culturales y deportivas. La cuota se decide en colaboración con la Asociación de Padres de Familia o el Consejo Escolar de Participación Social, y se espera que sea justificada y razonable.
El Dilema de la Voluntariedad
A pesar de su carácter voluntario, muchas familias sienten que las cuotas escolares son una obligación encubierta. Según el sondeo realizado entre padres de familia, el 67% percibe estas cuotas como obligatorias, lo que revela un descontento generalizado con la percepción de que están siendo presionados para pagarlas. Esto genera una tensión entre la necesidad de recursos para mejorar la educación y el principio de gratuidad.
La directora de la Escuela Secundaria Foránea No. 64, Maestra Ma. del Consuelo Zamora Olguín, destaca la importancia de la rendición de cuentas como una medida para garantizar la transparencia en el uso de las cuotas. Sin embargo, la falta de claridad sobre cómo se utilizan exactamente estos recursos puede contribuir a la percepción de falta de transparencia y generar desconfianza en algunos padres.
Impacto en el Acceso a la Educación
Uno de los mayores temores relacionados con las cuotas escolares es su posible impacto en el acceso a la educación. Afortunadamente, la legislación educativa es clara en este aspecto: ningún alumno puede ser excluido o discriminado por no pagar las cuotas voluntarias. La Ley General de Educación garantiza el acceso a la educación sin importar la situación económica de las familias.
No obstante, el supervisor de la Zona 19 de Secundarias reconoce que existen alternativas para los padres que no pueden afrontar el pago de las cuotas, como la posibilidad de aportar en especie o en la medida de sus posibilidades. Estas alternativas buscan mitigar las preocupaciones sobre la exclusión de estudiantes por razones económicas, que al menos en su zona, el acceso a la educación de los alumnos está garantizado, ya que no son afectados por no pagar las cuotas.
Hacia un Equilibrio
El debate sobre las cuotas escolares voluntarias es complejo y multidimensional. Por un lado, estas cuotas pueden ser un recurso invaluable para mejorar la infraestructura y brindar servicios adicionales a los estudiantes. Por otro lado, la percepción de obligatoriedad y la falta de claridad en el uso de los recursos pueden generar desconfianza y preocupación entre los padres de familia.
Es esencial encontrar un equilibrio entre las necesidades financieras de las escuelas y el principio de gratuidad en la educación pública. Para lograrlo, se requiere una mayor transparencia en la rendición de cuentas, la participación activa de la comunidad educativa en la toma de decisiones sobre las cuotas y la implementación de medidas que garanticen el acceso igualitario a la educación, independientemente de la situación económica de las familias.
En última instancia, el objetivo debe ser brindar una educación de calidad que esté al alcance de todos, sin que las cuotas escolares se conviertan en un obstáculo para el acceso a oportunidades educativas. La educación es un derecho fundamental y su financiamiento debe ser abordado de manera equitativa y transparente, en beneficio de las generaciones presentes y futuras. Por otra parte, los padres de familia, debemos ser conscientes de las necesidades que hay en las escuelas y que esa cuota, que debe ser “voluntaria”, permite cubrir esas necesidades que el gobierno no cubre.
