Oscar Miguel Rivera Hernández | 21 de junio 2023
Tepatitlán de Morelos.-La participación democrática de los jóvenes es fundamental para construir un futuro sólido y promover una sociedad justa y equitativa. Sin embargo, existen diversas razones que pueden dificultar su participación activa en la vida política. Es necesario abordar estas barreras y trabajar en soluciones que motiven a los jóvenes a involucrarse en los procesos democráticos.
La participación de los jóvenes en las elecciones de julio de 2021 en México fue significativa y se observó un aumento en los esfuerzos de organizaciones juveniles y movimientos sociales para movilizar a los jóvenes y promover su participación en el proceso electoral en comparación con elecciones anteriores. Según datos del Instituto Nacional Electoral (INE), aproximadamente el 30% de los votantes registrados eran jóvenes de entre 18 y 29 años. Sin embargo, habría que preguntarse ¿Cuántos de ese número de electores jóvenes inscritos en el padrón, participó en las urnas depositando su voto? Solo un poco más del 50% de los votantes de este rango de edad acudió a emitir su voto.
Una de las posibles razones que limitan la participación de los jóvenes es la desconexión con los temas políticos y su relevancia para su vida cotidiana. Muchas veces, los jóvenes perciben la política como algo lejano y ajeno a sus preocupaciones e intereses. Es fundamental mostrarles cómo los asuntos políticos tienen un impacto directo en su vida y cómo su participación puede generar cambios positivos en su entorno.
La desconfianza en las instituciones políticas también puede ser una barrera significativa. Los jóvenes pueden percibir a los partidos políticos y a los gobiernos como entidades corruptas o ineficientes. Es importante trabajar en la transparencia y rendición de cuentas de las instituciones políticas para generar confianza y promover la participación de los jóvenes.
Otra razón que limita la participación de los jóvenes es la falta de representación y voz en los espacios políticos. Muchas veces, los jóvenes no se sienten identificados con los líderes políticos existentes y no encuentran canales adecuados para expresar sus opiniones. Es necesario fomentar la inclusión de los jóvenes en los procesos de toma de decisiones y crear espacios donde puedan ser escuchados y tomados en cuenta.
Además, existen barreras estructurales y normativas que dificultan la participación de los jóvenes. Esto puede incluir restricciones en la edad para votar o postularse a cargos públicos, falta de acceso a recursos y financiamiento para campañas políticas, y limitaciones en los procesos de registro y votación.
Es fundamental eliminar estas barreras y promover la igualdad de oportunidades para que los jóvenes puedan participar plenamente en la vida política.
La falta de educación cívica adecuada también puede ser un obstáculo para la participación de los jóvenes. Muchas veces, los jóvenes no tienen acceso a una formación sólida en temas relacionados con la democracia, los derechos ciudadanos y el sistema político. Es necesario incluir la educación cívica en los currículos escolares y promover programas de capacitación que les brinden a los jóvenes las herramientas necesarias para comprender los procesos democráticos y la importancia de su participación.
La ausencia de ejemplos inspiradores de líderes políticos jóvenes también puede influir en la participación de los jóvenes. Es necesario destacar y promover a jóvenes líderes que sean un referente para otros, mostrando que la edad no es un impedimento para tener un impacto positivo en la sociedad. Estos líderes jóvenes pueden servir como modelos a seguir y motivar a otros jóvenes a involucrarse en la vida política.
Además, la falta de oportunidades concretas para que los jóvenes se involucren y participen puede limitar su interés en la política. Es necesario crear espacios y programas que les brinden a los jóvenes la posibilidad de tomar acción y contribuir activamente a su comunidad. Esto puede incluir proyectos de servicio comunitario, campañas de voluntariado, programas de liderazgo juvenil y oportunidades de participación política en el ámbito local y nacional. Al ofrecer a los jóvenes oportunidades tangibles para involucrarse y marcar la diferencia, se fomenta su interés y compromiso con la participación democrática.
La tarea de los partidos políticos, instituciones electorales y educativas tienen una tarea muy importante, quienes deberán abordar el desinterés o la falta de información sobre los procesos electorales y cómo participar en ellos. Muchos jóvenes pueden no tener conocimientos suficientes sobre cómo registrarse para votar, cómo informarse sobre las propuestas políticas o cómo ejercer su derecho al voto. Se deben implementar campañas educativas que brinden información clara y accesible sobre estos procesos, asegurando que los jóvenes comprendan su importancia y se sientan capacitados para participar.
Es relevante reconocer que algunos jóvenes pueden preferir otras formas de activismo o participación en lugar de la política tradicional. Pueden estar interesados en cuestiones sociales, ambientales o de derechos humanos, y canalizar su participación a través de organizaciones no gubernamentales, movimientos sociales o actividades comunitarias. Es fundamental respetar y valorar estas formas de participación, y establecer puentes entre diferentes tipos de activismo para fomentar una participación ciudadana diversa y enriquecedora.
En resumen, la participación democrática de los jóvenes es esencial que se fortalezca en nuestra sociedad. Para motivar su participación es necesario que las instituciones mencionadas, aborden las razones que limitan su involucramiento, como la desconexión con los temas políticos, la desconfianza en las instituciones, la falta de representación, las barreras estructurales y normativas, la falta de educación cívica, la ausencia de modelos inspiradores y la falta de oportunidades concretas. A través de acciones como la educación cívica, el fomento del debate, el acceso a información, la mentoría, el servicio público, el uso de la tecnología, el establecimiento de espacios de diálogo y el reconocimiento de la participación activa, podemos promover una participación democrática significativa y empoderar a los jóvenes para que sean agentes de cambio en nuestra sociedad.
También, es necesario destacar y promover a jóvenes líderes que sean un referente para otros, mostrando que la edad no es un impedimento para tener un impacto positivo en la sociedad.