En las democracias bien constituidas, las herramientas de participación ciudadana son vitales para que sus habitantes puedan influir ya sea en los procesos de toma de decisión en temas de interés público: ya sea en la elección de sus representantes y gobernantes o influyendo en el diseño de políticas públicas para el bienestar colectivo.
En su camino rumbo constituirse como una, México ha logrado afianzar, desde hace varios años, cerca de una decena de herramientas respaldadas por la Constitución Política, tales como las audiencias públicas, contralorías ciudadanas, comités vecinales, rendiciones de cuentas; asambleas ciudadanas, iniciativas ciudadanas, la revocación de mandato, candidaturas independientes, difusión pública, y la que hoy por hoy está en boca de todos: la Consulta Ciudadana.
Y su uso, como mecanismo meramente ciudadano no debe desvirtuarse, de lo contrario podría resultar contraproducente.
En entrevista con Rumbo MX, el maestro José Antonio Elvira de la Torre, profesor del Departamento de Estudios Jurídicos y de Gobierno de la Universidad de Guadalajara señala que el ejercicio del domingo, la consulta ciudadana que han publicitado como la forma en la que se pretende “enjuiciar” a los expresidentes del país debe de separarse en dos cuestiones: una de forma y otra de fondo.
La forma: La justicia no se consulta
Para el académico de la Universidad de Guadalajara, el llevar ante la justicia a las personas no debe de ser un tema que se deba de someter a consulta, dado que existen ya los mecanismos legales para realizarlo, los cuales son obligación del Gobierno implementarlos, como la aplicación de la justicia.
“No puedes estar queriendo consultar un asunto que es de estricta cuestión de funcionamiento normal de un gobierno. Es decir, todos los funcionarios públicos, todas las personas que están vinculadas con ejercicios de cargos gubernamentales o en entidades públicas tienen la obligación de rendir cuentas de su desempeño, en el ejercicio de sus facultades, de sus recursos, de sus decisiones. No es una asunto a consultar. No debe ser un asunto a consultar. Sí la autoridad, si los gobiernos investigan y hacen sanciones en caso de encontrar un uso indebido de facultades y recursos, si sancionan a funcionarios que en el ejercicio de su responsabilidad pública hayan tenido un mal desempeño. Eso no puede estar a consulta. Eso es parte del entramado institucional con el que ya contamos”, refirió.
Agregó que en el tema específico por el que se está llamando a acudir a las urnas este domingo “es innecesario”.
“¿Porqué? Por que es una función que ya está especificada legalmente para cualquier autoridad pública, indagar, investigar y en su caso sancionar los posibles desempeños inadecuados del desempeño gubernamental y del ejercicio de las funciones públicas”.
Lo más preocupante del asunto, según considera el investigador, es el hecho de que la gente pierda el norte de los verdaderos usos y fines de este tipo de herramientas.
“Me parece que llevar a cuentas este tema a una consulta o ese propósito, porque la pregunta no es muy clara, no es muy específica, me parece que puede tener un efecto negativo en el futuro de cómo las personas, los ciudadanos evalúan el impacto y el beneficio de este tipo de mecanismos, me parece peligroso que las personas terminen pensando que las consultas son un tema que no es apropiado, que no es adecuado por un tema que no debió ser consultado en estricto sentido”.
El fondo: los mecanismos de Participación Ciudadana son vitales
El tema de fondo es que los mecanismos de participación ciudadana, o de democracia complementaria o indirecta, como también son llamados, son importantes para la consolidación de la democracia en México, señala Antonio Elvira.
“Esa parte es importante. No habría que cuestionar que existan estos mecanismos complementarios a la elección de gobernantes y a otros modelos de participación democrática. Parece que eso es muy sano y positivo que en México existan mecanismos institucionales para regular la participación y la administración publica en temas importantes”.
Un uso político de las herramientas de participación social
Para eso, debería dársele seguimiento a este tipo de herramientas para que no caigan presas de las agendas personales de los políticos.
“Hay que tener cuidado y ser muy responsables en que estos mecanismos no se conviertan en parte de las agendas políticas de partidos o de gobiernos, sino que sean sobre temas de verdad de interés público que cuenten con una verdadera evaluación de valor colectivo para los ciudadanos (…) No cuestiono estos mecanismos de participación democrática. Me parecen saludables. El problema es que por este tipo de mecanismos con ese uso político para una agenda estrictamente gubernamental, se pierda de vista que estos mecanismos son esenciales para que se discutan temas de interés de la comunidad y no de un grupo o un partido, o gobierno”.
El académico señaló que llamar al ejercicio del domingo como una farsa es algo hasta aventurado. Más bien debe quitarse el velo del uso político que se le dio a la misma.
“No iría tan lejos, no creo que sea una farsa. Me parece que es aventurado llamarle de esa manera. Me parece más bien que es el interés de un grupo político de un partido, pero el tema no debería ser sujeto a consulta”, concluyó.
Este texto apareció publicado originalmente en: Consultas Ciudadanas, juicios a expresidentes y desvirtuar las herramientas de participación social