Los datos son alarmantes.
En Los Altos, así como en México y el mundo, los accidentes cerebro y cardiovasculares son la primera causa de muerte. Los padecimientos después de un evento de este tipo, son también la segunda causa de discapacidad en el mundo. Además, cada cuatro segundos una persona sufre un infarto cerebral. Y para Una persona de cada cuatro personas fallecerá de un infarto cerebral, destacó el doctor Ernesto Ledezma, Neurocirujano vascular – Endovascular, e impulsor de la Sala de Hemodinamia del Hospital Real San Lucas.
Por eso, el que exista la tecnología idónea, como la de la Sala de Hemodinamia del Centro Cardiovascular del Hospital Real San Lucas de Tepatitlán, puede ayudar a salvar incontables vidas humanas, y aún más allá, que también puedan reintegrarse a la normalidad, sin tener que quedar con secuelas de por vida.
«Es bien sabido que un paciente con un infarto cerebral o un aneurisma cerebral que no se trata a tiempo su mortalidad es alta. Y no solo eso, la morbilidad es la secuela del paciente. Un paciente postrado en cama, dependiente de su familia para su subsistencia. Podemos evitarle al paciente una discapacidad permanente, que puede ser un problema no solo para el paciente sino para la familia en muchos aspectos, humanitario, económica y de la calidad de vida del enfermo.», lamentó el especialista.
Y es que gracias a su tecnología, precisó el neurocirujano, la sala permite la eficiencia de procedimientos, como destapar arterias a tiempo, sellar aneurismas y evitar fugas de sangre para mantener el cerebro a salvo.
«Al atender nosotros de forma rápida, el paciente tiene altas hospitalarias comparado con no hacer nada y la re-incersión a la vida social es de manera más rápida que no haberlo hecho».
Y precisamente el tema de la reincersión, con las intervenciones hechas en las Salas de Hemodinamia como la del Hospital Real San Lucas, los tiempos son rápidos.
«El paciente que llega en tiempo y forma durante las primeras seis horas, nosotros podemos hacer cateterísmo de mínima invasión dónde podemos salvar las arterias del corazón y en mi rubro, en las arterias cerebrales. Si medimos el tiempo al paciente que revascularizamos en tiempo y forma, es un paciente que a las dos semanas comienza a re-incertarse a través de rehabilitación. Los pronósticos cerebrales no son inmediatos, pero sí a 90 días», mencionó el médico.
Las intervenciones realizadas mediante el equipo de la Sala de Hemodinamia son de mínima invasión, y no como se realizaban en el pasado. Ahora es unicamente es necesaria una incisión a través de las arterias de la mano o las piernas para destapar las arterias. Este tipo de procedimientos ya se han realizado en Tepatitlán con resultados exitosos, en el Hospital Real San Lucas, el único de la región de Los Altos en contar con la última tecnología para atender esta problemática.