Staff Kiosco Informativo | @KioscoInfo | 05 de mayo de 2020
Seguramente usted, o algún conocido, ha batallado para encontrar un ramo de flores para regalar a algún ser querido, durante las últimas semanas de la contingencia por el Coronavirus. Y es que aunque hay algunos locales de este giro que siguen vendiendo a puerta cerrada, otros de plano no abren.
Para el 10 de mayo, en Jalisco podrían perderse siete mil hectáreas de flores que fueron plantadas para la venta de estas fechas, que es cuando los floristas “comen con mantequita”, como se dice coloquialmente. Es decir, junto con la del 14 de febrero es la mejor semana de ventas.
Sin embargo las florerías no están catalogadas como actividad esencial. Por eso, el representante del sector de viveristas y floricultores, Heriberto Calderón solicitó la apertura de sus negocios previo al “Día de las Madres«. La petición se entregó al Gobierno de Jalisco y ayuntamientos.
Al respecto, en rueda de prensa, el Coordinador General de Crecimiento y Desarrollo Económico, Alejandro Guzmán Larralde, declaró a medios estatales que han estado en comunicación con el sector y quedar en manos de los ayuntamientos la decisión de permitir a floristas trabajar al menos el día de la madre.
Sin embargo, no dio muchas esperanzas:
”Efectivamente los viveros son actividad agrícola sin implicación mayor, no obstante las floristerías y mercados, si bien es cierto que pueden estar en la cadena agrícola, también es cierto que provocan el problema de aglomeración de personas. Ese es el tema. En este momento se está evaluando con los municipios, son ellos los que están revisando las opciones y son ellos el canal de comunicación para tratar de ver que es lo que se puede hacer”
Así que habrá dos sectores con las velas encendidas esperando que los ayuntamientos decidan en su favor: los vendedores de flores, que quisieran abrir y exhibir sus productos aunque sea ese día (porque a puerta cerrada no se vende igual) y las “cabecitas blancas”, quienes esperan ver entrar por la puerta de su casa a sus muchachos, llevándoles un ramo para agradecerles el hermoso regalo de la vida.