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Eduardo López Morales | @EduardoLopezM | 10 de mayo del 2019
Recientemente y como fenómeno muy presente en la actualidad, podemos ver y encontrar en el terreno de las redes sociales una serie de usuarios de cualquier red social (Facebook, Twitter) primordialmente, que debido a sus puntos de vista y comentarios acerca de los asuntos públicos lleguen a compartir y opinar de cualquier tema o índole que se encuentre en la agenda.
Los indignados han aprendido a quejarse principalmente en Twitter de toda acción, omisión, buena noticia, mala noticia, conferencia mañanera, comunicado de prensa y sus boletines, de cualquier funcionario de gobierno en nuestro país, principalmente el presidente López Obrador.
Los indignados 3.0 son aquellos seres humanos que han construido en Twitter un espacio para la queja, incertidumbre, comentar, descalificar, indagar, hacer y comentar las acciones de la 4ta transformación y lo que pasa alrededor de los representantes populares.
Los indignados 3.0 no tendrán ningún argumento válido, inteligente y fundamentado en sus comentarios y su forma de expresión, estos indignados seguramente sólo serán indignados en redes sociales, sin embargo, a muy pocos se les verá en alguna propuesta o manifestación que se realice.
Los indignados 3.0 son aquellos que su única vía es compartir un comentario por redes sociales, sobre el presidente y sus acciones. En este grupo de indignados podemos encontrar a los conocidos “Youtubers” ( Campechaneando, el Chapucero, Nopal Times, entre otros), etc. Que forman parte de la nueva camada de indignación digital y aunque ellos se asumen como la “nueva ola de la información”, jamás podrán ocupar el espacio periodistas de reconocida trayectorias, objetividad y análisis (como Julio Astillero).
Recordemos que un principio básico de un buen periodista es la objetividad y la veracidad, en el caso de los Youtubers, mencionados, su objetividad y lealtad están enfocados a AMLO y pocas veces veremos una crítica de parte de ellos al presidente.
Los indignados 3.0 hacen falta en nuestro México y son muy necesarios para todos, contribuyen al debate de ideas y la posibilidad de crítica con sustento, no a simplemente criticar por criticar.
Los indignados 3.0 juegan un papel fundamental en estos momentos de crispación digital y debate público, hoy son muy necesarios en cualquier arena que sume y critique con argumentos válidos cualquier acción de gobierno que se deba criticar.
Bien por esos indignados 3.0 que no se callan, dicen, cuestionan y ejercen presión para que las diferentes decisiones de nuestros gobernantes sean encaminadas a solucionar problemas urgentes, en materia de seguridad como el principal punto de solución a dar resultados el día de hoy.
Hagamos voces para que los indignados 3.0 sigan sumando voz para señalar, denunciar y ser visibles ante la 4ta transformación y la refundación en Jalisco.
Miembro de la Asociación Mexicana de Ciencias Políticas (AMECIP). Con interés en la Comuni
cación Política y los Medios de Comunicación.
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