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Laura Patricia Barajas Pérez | @KioscoInfo | 01 de mayo de 2019
Actualmente se observa un cambio vertiginoso en los estilos de vida y en el patrón alimenticio, caracterizado por el consumo de alimentos poco recomendables que, asociados a la inactividad física, muestran un escenario muy comprometido y complicado para mantener en buen estado la salud de la población.
La mala alimentación, los excesos de grasa, sal, azúcar, la ingesta frecuente (diariamente) de comida chatarra, las llamadas comidas corridas y el poco tiempo destinado a la preparación de los alimentos, a su consumo y a su digestión, se asocian con algunas enfermedades.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la nutrición es la “ingesta acorde a las necesidades dietéticas del organismo”. Una mala alimentación puede, entre otras cosas, disminuir la respuesta del sistema inmunológico, alterar el desarrollo físico-biológico y psicológico-mental e incrementar de este modo la vulnerabilidad de las personas a las enfermedades.
Éstas pueden ser enfermedades crónico – degenerativas como, diabetes, osteoporosis, cáncer, obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, trastornos alimenticios, desnutrición, obesidad y sobrepeso, entre otras patologías.
Los factores de riesgo para estas enfermedades están estrechamente relacionados con los malos hábitos alimentarios, como el bajo consumo de fibra dietética, el alto consumo de grasas animales saturadas, café o bebidas alcohólicas y otros estilos de vida poco saludables, tales como el sedentarismo y el tabaquismo. La elevada morbilidad e índices de mortalidad relacionadas con estas enfermedades, demandan acciones curativas muy costosas, ya que abarcan una parte importante del presupuesto asignado para la atención de la salud, que por esa y otras razones son muy limitados.
Con base en lo anterior es que el Licenciado en Nutrición, en los últimos años, ha cobrado vital importancia en la sociedad mexicana y de otras nacionalidades, principalmente por la urgente demanda de profesionales que incurren en la situación alimentaria y nutricia, mediante acciones de prevención, atención y rehabilitación de las personas.
Hoy en día, este profesional de la salud es capaz de brindar atención eficaz para una adecuada nutrición en individuos sanos, en quienes están en riesgo de enfermarse o en los ya enfermos. También pueden brindar atención nutricia eficiente a grupos diferentes sectores de la sociedad; pueden participar en servicios y programas de alimentación y de nutrición; pueden proponer, innovar y mejorar la calidad nutrimental de los alimentos, ya que cuenta con los conocimientos para contribuir en la lucha contra las principales causas de morbi-mortalidad asociadas a una mala alimentación (sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión arterial, dislipidemias etc.).
El nutriólogo es capaz de intervenir directamente en la población incidiendo en el proceso alimentario, ya sea de un individuo o de poblaciones determinadas que requieren de una visión multidisciplinaria para responder con calidad y compromiso a las necesidades sociales de alimentación y nutrición presentes y futuras.
Sabemos que las necesidades de la sociedad actual, no son las mismas que hace 20 años, dado que cada
día se van innovando nuevas cosas y van surgiendo nuevas necesidades y costumbres, lo que trae consigo
que mucha gente tenga un nuevo estilo de vida. Actualmente ya no tienes que batallar por conseguir algún
alimento, porque ahora se tiene un fácil acceso, sin embargo, éstos ahora son producidos de una manera muy diferente, proceso en el cual muchos alimentos pierden sus propiedades y están llenos de conservadores volviéndose alimentos procesados.
Este tipo de alimentos actualmente son los más consumidos. Tal parece que ahora ya nadie tiene tiempo para cocinar y lo más práctico es comer algo que ya está cocinado o precocinado.
Uno de los mayores desafíos con los que se enfrenta el licenciado en nutrición, es la tarea de mejorar la nutrición y promover mejores hábitos alimentarios que favorezca la salud. Todas las recomendaciones destinadas a alentar y apoyar dietas adecuadas y formas de vida sanas, deben ser aceptables en lo cultural y viables desde el punto de vista económico.
