Francisco Jiménez Reynoso | @jimenezabogado |04 de marzo del 2019
Poco queda de la esencia de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos de 1917. Poco a poco la han venido desmantelando los gobiernos en turno que nos han “gobernado”, si así le podemos llamar. (algunos de estos han sido saqueadores sin escrúpulos).
Tan solo en esta administración son tres los ataques que está recibiendo nuestra Ley Suprema.
- PRIMERO La ampliación del catalogo de delitos que ameritan prisión preventiva, la cual va a contrapelo del concepto de presunción de inocencia, que tanto se ha cacaraqueado por las dos administraciones anteriores. Dado a la reforma que se hizo a la misma Suprema Ley el pasado 18 de junio de 2008. Dicho en otras palabras, primero se le da, y luego se le quita.
Recordemos que antes de esta fecha, primero se detenía a los presuntos responsables, para después investigar, y hoy, al menos en teoría era exactamente al revés, esto es, primero se tenía que investigar para después detener.
- DOS ese sueño de que las fuerzas armadas de México combatan a la delincuencia se está
cumpliendo. No lo pudieron ejecutar constitucionalmente al menos los últimos 4 presidentes
que tuvo México.
Fue el actual presidente de México Andrés Manuel López Obrador el que pudo reformar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. En el que finalmente las pretensiones del PRI, PAN, se han visto cristalizadas con el impulso de AMLO.
Felipe Calderón Hinojosa declaró una mal llamada “guerra” al narco mexicano, apoyado por la fuerzas armadas de México, siempre violando la Constitución Mexicana. La misma tendencia continuo Enrique Peña Nieto. Quien quiso formalizar las acciones inconstitucionales de su antecesor en relación a la administración de Calderón. Impulsando en su momento la Ley de Seguridad Interior, que fue echada por tierra por la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
En su momento advertimos de que iba en contra de tratados internacionales y de la misma Constitución Mexicana. Ahora las fuerzas armadas mexicanas tienen nuevas facultades que corresponden originalmente a las corporaciones policiacas, lo anterior debido a diversos factores como son: Falta de policías que se requieren en México. Los que hay están mal pagados, ha faltado
invertir en ellos en capacitación, adiestramiento. Ha permeado la corrupción en los tres niveles de policías: federal, estatal y municipal.
Para entender lo que es el proyecto de la Guardia Nacional (según los que la proponen), se define como una institución del Estado que participará en la salvaguarda de la libertad, la vida, la integridad y el pleno ejercicio de los derechos de las personas, protegiendo su seguridad y patrimonio, así como los bienes de la Nación, en los casos y bajo las condiciones dispuestas en esta Constitución y en las leyes.
AMLO se ha reservado señalar si quien estará al frente será un civil o un militar, lo cual no es un asunto menor.
La investigación de los delitos, del fuero federal y del fuero común, corresponden al Ministerio Público, a las Policías y a la Guardia Nacional. Pero estos dos últimos actuarán bajo la conducción jurídica del MP. Lo cual implica una gran responsabilidad de quienes se desempeñen como ministerios públicos.
Los detenidos solo podrán ser trasladados y puestos a disposición de forma inmediata de las autoridades civiles correspondientes, además de la elaboración de un informe inmediato.
- TRES. De lo poco que le queda a la Constitución Federal en cuanto a los Derechos Humanos y
Garantías se refiere, es el artículo 16. “Nadie puede ser molestado en su persona, familia,
domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. En los juicios y
procedimientos seguidos en forma de juicio en los que se establezca como regla la oralidad,
bastará con que quede constancia de ellos en cualquier medio que dé certeza de su
contenido y del cumplimiento de lo previsto en este párrafo.
No obstante lo anterior, los retenes, columnas de seguridad o volantas, como se les quiera llamar, siguen violando sistemáticamente la Constitución Mexicana. En vez de aplicar inteligencia y contrainteligencia, para atacar a los verdaderos criminales, absteniÉndose las autoridades de molestar a ciudadanos de bien.