Juan Eduardo López Morales | @EduardoLopezM | 14 de febrero del 2019
Desde los años 2004 y 2005, cuando ocurría el desafuero contra el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador, hoy presidente de México, ya admiraba yo su retórica y mensaje.
A lo largo de sus 2 campañas presidenciales, en 2006 y 2012, seguí escuchando a un Andrés Manuel civilizado, tranquilo y con mensajes contundentes de la transformación que él realizaría de llegar a ocupar el cargo público más importante del país.
Si en este momento me preguntarán si me arrepiento de haber votado por él, no creo que en general exista un arrepentimiento de mi parte, pues apoyo sus ideas y posibles realidades para nuestro país.
Al contrario, hoy más que nunca creo que ningún presidente de la república, había tenido las agallas para enfrentar el dilema y la grave situación de corrupción que se vive en todo el territorio nacional.
Un ejemplo de esto son las acciones que durante semanas afectaron la distribución de gasolina por los ductos de algunas zonas del país, dañando seriamente a las actividades cotidianas de los ciudadanos que habitan en esos estados y que desde nuestra trinchera, abonamos a querer que el fenómeno del huachicoleo y los huachicoles, disminuyera y/o se diera por concluido en algunas zonas del país.
Hay acciones, como la anteriormente descritas en las que no podemos estar en contra. Nadie, simplemente por querer erradicar un mal, que ha dañado a México de forma negativa en muchos aspectos y que es parte de las maniobras que algunos mexicanos hacen para mantener sus privilegios a costa de la corrupción que seduce, engloba y sobre todo hace que los principios y valores, se hagan a un lado para ser parte de los beneficios que está tiene para los involucrados.
Así No AMLO, debe ser un grito, de manifestar las principales acciones, que el gobierno de López Obrador está tomando de forma equivocada, para construir sus acciones de gobierno, en medio de decisiones que están plagadas de señalamientos, palabras que tienen que ver con declaraciones que de fondo y forma dejan muchas dudas, inconformidad, sigilo o en el mejor de los casos una interpretación dependiendo de la persona que lea y/o escuche esa declaración, juzgaría que en algunos momentos no tiene asesores, que le digan ese no es el camino, parecería que ante una ocurrencia que se le viene a la cabeza, lo primero que piensa y/o cree, lo dice sin ningún detenimiento y sin medir consecuencias de esas palabras.
Así No AMLO, es aquella frase que reúne a todos esos inconformes que buscan que nos den una explicación por los cargos públicos que se han otorgado y en los que existen muchas dudas y están llenos de irregularidades, por no cumplir con los parámetros, mínimos solicitados en ese puesto a desempeñar y me refiero al caso particular de CONACYT, nuevos funcionarios de este Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, y que es ocupado por una diseñadora de moda y/o inclusive un segundo al mando y encargado de comunicación que aún no concluye con sus estudios.
Casos como estos, ejemplifican decisiones que lejos de abonar a lo que tanto pregona en el discurso Andrés Manuel, de honestidad, combate a la corrupción, etc. repite los mismos patrones de los que se quejaba se queja y/o formaban parte de su estrategia al colocarse como un excelente orador y explicador del día a día en sus conferencias mañaneras, en donde simbólicamente marca la agenda a su conveniencia, pero que también le ha dado, sus peores momentos en el cuál se desdibuja esa figura del estratega que viene a cambiar todo, pero que con sus acciones simbólicas o no, pensadas o no, parecería que sigue ese México, latente de compromisos políticos, llegando a los cargos públicos, por cuotas, amigos, familiares o simplemente por favores, antes que por capacidades y habilidades que abonen a dichos perfiles.
López Obrador, tiene la responsabilidad de, así como emprende acciones que todos aplaudimos, también de tener la cabeza fría para reconocer un error y/o situación que no es favorable y que sobre todo genera inconformidad, disenso y crítica hacia sus decisiones que toma en el día a día por el bien de todos los mexicanos.