Francisco Jiménez Reynoso | @jimenezabogado | 08 de mayo de 2018
Una de las más polémicas promesas de campaña del actual presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, misma que repitió en múltiples ocasiones, fue la de construir un muro en la frontera entre Estados Unidos y México.
En su primer semana como mandatario, Trump firmó la orden ejecutiva que autorizaba la construcción de un muro en la frontera sur del país. Este muro, cuyo costo sería financiado por México, según él, tiene la finalidad de frenar la inmigración ilegal del sur al norte.
Sin embargo, en los más de 3.000 km de frontera que separan a ambos países ya hay 1.050 kilómetros de muros y vallas, prácticamente ya esta hecho un 30 treinta por ciento del mismo.
En la frontera actual entre Estados Unidos y México, pasa por cuatro estados estadounidenses y seis estados mexicanos. Afortunadamente para la humanidad, hoy ya como Presidente de su país, Trump
no ha contado con los apoyos suficientes para la creación de dicho muro.
Dicho en otras palabras, ni México ha pagado su muro, ni los estadounidenses, en términos generales han apoyado tan penosa idea. En virtud de lo anterior, el Presidente de México Enrique Peña Nieto, dirigió un enérgico mensaje dirigido al gobierno del vecino país, el pasado 5 de abril, con la finalidad de fijar su postura y repudio a la política emprendida por Trump, que ofende e insulta a millones de mexicanos sistemáticamente.
En el que incluso cita a los candidatos a ocupar la presidencia de México, buscando la unidad nacional contra las embestidas de parte del gobierno encabezado por Trump. Ya que por su forma de expresarse, se ha declarado un presidente antimexicanos.
Y es que, resulta inadmisible que hoy en pleno siglo XXI, se tengan mentalidades retrogradas que intentan separar a las naciones de esta forma tan burda y a todas luces insensible.
Haciendo un breve recuento histórico, podemos abrir la pregunta real de ¿quien es el invasor? Recordemos que fue en 1847, cuando las tropas estadounidenses invadieron México, mutilando de forma desventajosa a través de un contrato leonino, gran parte del territorio nacional. Esto es: México contaba con un territorio de más de 5 millones de kilómetros cuadrados, y nos dejaron un país con
solamente 1 millón novecientos mil kilómetros cuadrados.
Ahora bien, uno de los motivos que influyen directamente en el temor de los norteamericanos, es la disminución del ciudadano norteamericano, y el crecimiento de la mancha latina, que tarde o temprano estará gobernando más territorio estadounidense.
En este momento, en E.U.A. se encuentran 55 millones de hispanos, de estos forman el 17 por ciento de la población total del país, el grupo predominante es el de los mexicanos con un 63 por ciento (35 millones de personas) Puerto Rico 10 por ciento (5 millones), Salvador 3.8 por ciento (dos millones), Cuba 3.7 por ciento (dos millones), Dominicanos 3 por ciento, (1 millón 700), Guatemala 2.3 por ciento, 1 millón trescientos. Otros 14.2 por ciento.
La mancha latina se aglutina básicamente en los estados de: California, con 14.4 millones, Texas con 9.8 millones, Florida tiene 4.4 millones, New York 3.8 e Illinois 2.1. por ciento.
La frustración que padece Donald Trump, se debe en mi opinión, a su incapacidad para obligar a los mexicanos a pagar su muro. En virtud de lo anterior, es que ha girado instrucciones de militarizar la frontera México E.U.A. lo cual servirá como carroña para sus electores.
El muro tendría un costo de más de 20.000 (veinte mil) millones de dólares, y su construcción tardaría alrededor de tres años y medio.
Lo absurdo es que es que lo más probable es que ese dinero sería desperdiciado, ya que lo más probable es que llegara en su momento otro líder, prometiendo su caída…
Recordemos el festejo internacional que se llevo a cabo con la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Su vigencia duró tan solo 28 años.