Eduardo Castellanos | @KioscoInfo | 19 de enero del 2018
Padres de familia de la Escuela Secundaria Técnica 31, mejor conocida como “La ETA”, se niegan a que la escuela sea reubicada y solicitan ser escuchados por el Presidente Municipal, Hugo Bravo Hernández, a quien piden que cumpla su palabra de no demoler la escuela si los papás no están de acuerdo.
Miembros del Comité de Participación Ciudadana de Tepatitlán, encabezados por su Presidente, Óscar Esparza Gutiérrez, acudieron al plantel educativo para socializar el proyecto de un nuevo edificio para la posible reubicación de la escuela, sin embargo, los representantes se encontraron con la renuencia de algunos padres familia, quienes manifestaron su inconformidad por el posible cambio de terreno.
Durante la presentación del modelo, Esparza Gutiérrez, dio a conocer que la inversión del nuevo plantel correría a cargo de la iniciativa privada. El también abogado, indicó que en el proyecto de la escuela para mil 200 alumnos, serán invertidos entre 20 y 21 millones de pesos de la iniciativa privada. Señaló que le nuevo plantel sería levantado junto a las instalaciones del CECyTe Tepatitlán. Aclaró que el municipio no tiene como facultad la construcción de escuelas.
“Llega la propuesta al Ayuntamiento y el Ayuntamiento dice: ¡no tengo dinero! Al ayuntamiento no le compete la educación. No está obligado a construir o equipar escuelas, pero lo hace porque ve la necesidad y la Secretaría de Educación Pública, tanto la estatal como la federal no invierten”, explicó Esparza.
Y el Presidente del Comité de Participación Ciudadana, agregó: “Es inversión privada, no es del ayuntamiento, no es de la Secretaría de Educación Pública. A raíz de la necesidad de que se mejore esta secundaria, se busca crear un proyecto para que se haga una nueva secundaria. El proyecto inicial que había estado en la administración pasada, fue para que se les hiciera una remodelación en estas mismas instalaciones, pero resulta que a la hora de hacer los presupuestos y hacer los indicadores de egresos y gastos, sale más caro reconstruir esta escuela en las condiciones en las que se encuentra que hacer una nueva”.
Según Esparza, la escuela tendría la misma extensión, aunque el edificio sería equipado con tecnología de punta, específicamente un laboratorio especial de mecatrónica, que sería uno de los primeros en la región de los Altos, similar a los que ya existen en Zapopan o Guadalajara.
Esparza exhibió un dictamen presentado por Protección Civil Municipal y del Estado, en donde establece que la escuela no está en condiciones de seguir operando en el edificio actual.
Según la integrante del Comité de Participación, Lourdes Díaz Martínez, los alumnos no serían reubicados hasta que esté concluido el nuevo edificio. Dijeron que las clases no serían suspendidas sin antes haber cortado el listón inaugural.
Padres piden que mejor se arregle la actual escuela
Después de mostrar los posibles beneficios que podría brindar un nuevo edificio, los integrantes del Comité escucharon la opinión y sugerencias de algunos padres de familia.
Una de las madres cuestionó sobre el destino que se daría al actual terreno de la escuela. Solicitó transparencia y cuestionó el actuar del Presidente Municipal, Héctor Hugo Bravo Hernández. Otros expusieron algunas necesidades y carencias que según dijeron nunca fueron atendidas por las autoridades, a pesar varias peticiones.
“Aquí está bien el terreno, si se va a hacer una escuela nueva que se haga aquí, ¿por qué ese dinero no se invierte aquí?”, cuestionó la madre.
Los quejosos señalaron que había un recurso del Comité Administrador del Programa Estatal de Construcción de Escuelas, por dos millones de pesos para tres aulas, pero ese dinero se perdió tras la posible reubicación del plantel. Exigieron transparencia a las autoridades.
Y advirtieron que si lo que hay detrás es usar el terreno para bares o restaurantes: “La escuela no se mueve”
Otra de las madres aseguró que a pesar de haberse comprometido, las autoridades no les han mostrado los terrenos en donde se pretende construir la propuesta. “Queremos ver el papelito”.
Y sentenciaron: “Los particulares tienen obligación de donar cierto terreno por propiedad que tengan. Este terreno es de la escuela, no se lo pueden venir a quitar, a ustedes lo que les interesa es el dinero, no nuestros hijos. El año pasado les pedí que vinieran a tapar dos hoyos en donde había pulgas y alacranes y Hugo Bravo me dijo que tenía muchas prioridades, que esta escuela se tenía que esperar, ahora sí, ahora ya dice que tiene mucho interés por nosotros. Lo que ustedes están dando a entender es que el proyecto es ya”.
Ante el embate de los padres de familia, Oscar Esparza, dijo que el proyecto, al final, no la toman ni los papás, ni el comité de participación ciudadana que preside, sino el ayuntamiento y la Secretaría de Educación. “Nosotros estamos aquí para socializar el proyecto”.
Por último, argumentó que el proyecto fue avalado por el Ipejal y la Secretaría de Educación del Estado de Jalisco, y tenían el visto bueno de Francisco Ayón, extitular de la secretaría.
Aunque los padres habían sido comunicados previamente sobre la reunión, fueron pocos los asistentes, ya que según dijeron, de último momento algunos docentes de la escuela comunicaron a los alumnos que la reunión no se realizaría. Esta acción molestó a los padres de familia y a los del Comité de Participación Ciudadana.